9 paisajes mínimos del interior de una Cerámica abandonada y en ruinas del municipio de Agost. La luz tamiza de rosas y salmones todo el ambiente y hasta el aire parece envolver del color pastel el volumen vacío. El polvo de la tierra arcillosa forma una cámara de color y entre el suelo cuarteado por la sequedad aparecen las pequeñas cosas perdidas, arrojadas, abandonadas. Son los huérfanos del existir que pasa. Nada tiene valor salvo la luz, que es todo. Pero lo abandonado se resiste a existir y le basta con estar, gesto de rebeldía frente a la desaparición provocada, no por la limpieza industrial sino por la indiferencia de la mirada..